Etiquetas

Mostrando entradas con la etiqueta Alergia conjuntival. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Alergia conjuntival. Mostrar todas las entradas

lunes, 18 de marzo de 2013

CONJUNTIVITIS AGUDA Y ENFERMEDAD ALERGICA CONJUNTIVAL

Es una inflamación conjuntival aguda generalmente causada por virus, alergia o bacterias. Suele presentarse con mayor frecuencia en la primavera y el verano. Manifestaciones clíni­cas primordiales: fotofobia, lagrimeo, sensación de cuerpo extraño, conjuntiva roja, hidropesía, secreción purulenta, etc. La medicina tradicional china la denomina “ojo de fuego fulmi­nante” o “enfermedad de ojo rojo”. La conjuntivitis se desarro­lla bruscamente, es muy contagiosa y fácilmente se convierte en una epidemia. Sobre todo, la conjuntivitis viral que a menu­do se transforma en una extensa epidemia. La enfermedad alérgica de la conjuntiva comprende la conjun­tivitis catarral de primavera, la conjuntivitis flictenular y la con­juntivitis alérgica medicamentosa. Todos estos tipos se ven frecuentemente en la práctica oftalmológica.
TRATAMIENTO
1) Método: Se aplica acupuntura con agujas filiformes.
Prescripción: Puntos principales: Jingming (V. 1), neijingming (Extra.), tongziliao (Vb 1), zanzhu (V. 2), sizhukong (SJ 23), hegu y shenmai (V. 62).
Puntos secundarios: Taiyang (Extra.), yangbai (Vb 14), yuyao (Extra.), fengchi y shaoshang. Puntos de experiencia: Buyujia (Extra.).
Explicación: Se practica el método dispersante de estímulo débil o mediano, no se retiene las agujas o se las retiene 10­15′, es 1 sesión diaria, y 5 sesiones forman 1 curso de trata­miento. Al puncionar en los puntos en la periferia del ojo, se debe utilizar agujas filiformes Núms. 31 y 32. En cuanto al shaoshang se da punzadas rápidas con aguja de tres filos u otra filiforme gruesa para extraer un poco de sangre.
Experiencias clínicas:
1. Se atendió a 49 casos de conjuntivitis aguda, punzando en el buyujia y shenmai, y también en la región ocular pero con el objeto de producir sensación de entumecimiento. Procedimientos requeridos. Al punzar en el buyujia, el terapis-ta pide al paciente que permanezca sentado de frente y ex­tienda la mano derecha (o izquierda) por encima del hombro opuesto, toque la espalda y baje la mano lo más posible por la columna vertebral. Entonces en el sitio que alcanza la punta del dedo medio está el punto buyujia (aproximadamente entre lo que va de 3a – 5a vértebras torácicas). Es allí donde en una superficie redonda de 2 cm.2 pueden aparecer, de acuerdo al grado de enfermedad, 5 tipos de poro deformado: foliculitis (pústula), púrpura, pápula, hendidura y poro deformado. Luego de esterilizada la piel convencionalmente, basta con puncionar con una aguja dicho punto de reacción positiva. Respecto del shenmai se limita a punzar el punto de un solo lado. Con aguja de presión se recorre de ida y regreso 7 veces el área que va del jingming en el ángulo interno del ojo y, pasando por el borde superior de la cuenca ocular, al ángulo externo. Des­pués, se punciona de ida y regreso 7 veces el área que se extiende desde el ángulo interno al ángulo externo a través del borde inferior de la cuenca ocular, punzando la región para obtener una sensación de entumecimiento en la región ocular. Resultados del tratamiento en 49 casos: Curación luego de 1 sesión de acupuntura, 43 casos, un 87,8%; curación luego de 2 sesiones, 3 casos, un 6,1%; acupuntura auxiliada con medi­cación, 2 casos, un 4%; y efecto indeterminado, 1 caso, un 2%. La punzada en el shenmai puede, además, servir como profilaxis de esta afección. Por ejemplo, se insertó en este punto de un solo lado para prevenirla en 31 casos y logró éxito en 28, o sea, una eficacia de éxito de 90,3%.
2. Otro médico recurrió a la acupuntura para tratar a 20 casos de esta afección.
Procedimientos requeridos. Se opta por los puntos jingming, tongziliao, yangbai, zanzhu, sizhukong, taiyang, shaoshang y hegu. De acuerdo al estado clínico y ‘la constitución física del paciente se da un estímulo poderoso o débil (conviene que la punzada sea lenta o suave porque la piel de la región es bas­tante sensible). Es 1 sesión diaria, se da 1-6 sesiones de tra­tamiento, y se escoge cada vez 1 ó 2 puntos de la región ocu­lar.
Resultados del tratamiento con la citada terapia: Eficacia, 85%; y curación, 55%. No se lograron curar 3 casos, de los cuales 1 recibió solamente 1 sesión de acupuntura. De entre los síntomas presentados, el dolor ocular y el lagrimeo des­aparecían rápidamente, con las tasas de 80% y 87%, respec­tivamente. La terapia sirvió, al mismo tiempo, para disminuir la inflamación.
Precauciones: Al aplicar la acupuntura en los puntos periféri­cos del ojo se debe usar agujas filiformes delgadas, empujar­las suavemente y avanzarlas con lentitud, y presionar un poco en los agujeros luego de retiradas las agujas, con objeto de evitar la lesión y sangría de los vasos sanguíneos.
2) Método: Se aplica moxibustión.
Prescripción: Área superior del hélix de la oreja opuesta al ojo enfermo (correspondiente al ápice de la oreja).
Explicación: Se procede con la aplicación moderada de ciga­rros de moxa. Se tiene por límite la producción de sensación de tibieza en el área de moxibustión del paciente. Cada sesión toma 10-15′. Basta con dar 1 sola sesión.
Experiencias clínicas: Clínicamente se aplicó la referida terapia a 3 casos de conjuntivitis flictenular y se obtuvo resul­tados exitosos.
Caso 1: Paciente Pan, masculino, 17 años de edad. Tenía sensación de cuerpo extraño en el ojo izquierdo, sentía prurito, fotofobia y lagrimeo desde hace más de 10 días. Anteriormen­te hace 8 meses presentó los mismos signos y síntomas en forma bilateral, que duraron aproximadamente 15 días luego de lo cual cedieron espontáneamente, no había antecedentes de tos ni expectoración con sangre.
Examen ocular: Agudeza visual, 1,2 del ojo derecho y 1,2 del ojo izquierdo; promi­nencia de la conjuntiva y flictena blanca a nivel de las 4 horas en el borde corneal del ojo izquierdo; inyección conjuntival periférica; con­gestión ciliar leve; y ojo derecho normal. Diagnósti­co: Queratitis flictenular de la conjuntiva. Con el men­cionado método se ofreció moxibustión al paciente en el pabellón de la oreja sana (derecha) durante 15′. Mien­tras proseguía la sesión, el paciente se quejó de un leve dolor. En la misma tarde se realizó un nuevo examen y se encontró que la flictena se había reducido en superficie, los síntomas de autopercepción se habí­an aligerado, el prurito había desaparecido, pero persistian la fotofobia y el lagrimeo. 2 días más tarde se dio otra sesión de moxibustión en la misma región durante unos 10′. Por la tarde de ese día el joven ya se sentía curado, pero el examen visual reconoció la persistencia de una leve congestión. A la mañana siguiente el paciente ya estaba completamente normal según los síntomas autopercibidos y el examen clínico. La curación (sin medica­ción) implicó 3 días de tratamiento con 2 sesiones de moxibus-tión.
Caso 2: Paciente Hu, masculino, 19 años de edad. Ojo dere­cho enrojecido, flictena, fotofobia, sensación de cuerpo extra­ño, prurito y lagrimeo por espacio de más de 2 meses, sin que el paciente hubiera sido tratado.
Examen ocular: Agudeza visual; 1,5 del ojo derecho y 1,5 del ojo izquierdo; flictena blanquecina tan grande como una semi­lla de ajonjolí a nivel de las 8, 5 y 9 horas del reloj en el borde corneal del ojo derecho; congestión periférica y leve conges­tión ciliar; y tracoma queloideo en la conjuntiva del párpado superior de ambos ojos. Diagnóstico: Queratitis flictenular de la conjuntiva.
Esa misma tarde se le aplicó la citada moxibustión en el hélix de la oreja sana (izquierda) durante 15′. Al día siguiente, el dolor de ojo había aliviado y la flictena había desaparecido en su mayor parte, sólo subsistía una leve congestión en el área de flictena, el paciente se sentía mejor, pero persistía el lagri­meo. A la tercera noche, todos los síntomas clínicos y los de autopercepción se habían eliminado, pero continuaba el lagri­meo (el cual se debía al tracoma fuerte y posteriormente fue tratado con ungüento ocular de aureomicina). El joven quedó
curado (sin uso de otros medicamentos) a los 2 días tras 1 sesión de moxibustión.
3) Método: Se aplica auriculopuntura.
Prescripción: Ojo, hígado, ápice de la oreja y vasos sanguíneos del dorso de la oreja.
Explicación: Se toma un vaso sanguíneo visible en el dorso de la oreja y se lo punciona con aguja de tres filos para que sangre. O bien se punza el ápice de la oreja con una aguja filiforme N.° 26. Método: Se masajea con una mano el ápice de la oreja para que se con­gestione, luego la aguja entra y gira 1 minuto, se la retira y se oprime con la mano el punto para que salga 1 ó 2 gotas de sangre. Se puede usar los dos pabellones auri­culares o solamente uno, pero en forma alternativa. Se da 1 ó 2 sesiones diarias.
Puede utilizarse también el punto alérgico del lóbulo corres­pondiente al ojo. Mediante rotación se punciona con aguja N.° 26 durante alrededor de 1 minuto, se extirpa la aguja y se oprime el punto para que sangre un poco.. Paralelamente, se punza el punto alérgico de la región correspondiente al hígado en la oreja, se deja la aguja inserta por unos 30′, y se da 1 sesión diaria.
Experiencias clínicas:
Fueron informados 21 casos de conjuntivitis aguda tratados con sangría ejecutada con punzadas rápidas mediante el uso de aguja de tres filos en el vaso sanguíneo del dorso de la oreja. 20 de ellos curaron luego de 2 sesiones, mientras que el único restante también fue curado tras 5 sesiones de auriculo-puntura ayudada con medicación a causa de la complicación de úlcera de la conjuntiva.
Otros 65 casos de conjuntivitis aguda fueron atendidos con sangría acupuntural en el ápice de la oreja. La mayoría de ellos se aliviaron al cabo de 1-2 sesiones. 13 fueron curados después de 1 sesión, 24 lo fueron luego de 2 sesiones, 22 lo fueron tras 3 sesiones, y 4 lo fueron terminadas 4 sesiones. En los 2 casos restantes los síntomas no lograron desapare­cer del todo al finalizar 4 sesiones. Al tratar a 58 casos de “ojo rojo” contagioso (conjuntivitis puru­lenta contagiosa), se aplicó la auriculopuntura en los puntos alérgicos de las regiones ocular y hepática de la oreja. Todos comenzaron a ser tratados 1 ó 2 días después de la incidencia de la enfermedad, mientras otros 60 casos recibieron medica­ción como grupo de comparación. Resultados del tratamiento cumplido en 1-3 días: 1) Grupo de auriculopuntura: curación, 49 casos; efecto notable, 7; y mejoramiento, 2. 2) Grupo de medicación: curación, 30 casos; efecto notable, 9; y mejora­miento, 10. Según el recuento estadístico, ambos grupos mos­traron una notoria diferencia (P<0,0l), confirmándose un mejor efecto terapéutico en el grupo de auriculopuntura.
4) Método: Se aplica acupuntura con agujas “flor de ciruelo”.
Prescripción:
Grupo 1: los párpados superior e inferior, el arco superciliar, la frente y la región temporal.
Grupo 2: la periferia de la órbita y la región temporal.
Explicación:
Para el grupo 1 se da un estímulo liviano con velocidad inter­media (frecuencia: 15 veces de estímulo cada 10 segundos). Para el grupo 2 se da estímulo mediano con velocidad rápida (frecuencia: 4 veces de estímulo por segundo). Para cada uno de los dos grupos se ofrece 1 sesión diaria, y 1 curso de tratamiento consta de 3 sesiones.
Experiencias clínicas:
Con esta terapia se dio tratamiento a 116 casos de conjuntivi­tis aguda. En su transcurso fueron suspendidas las otras tera­pias. Se llevó a cabo una observación prioritaria del tiempo requerido para la curación, así como de la tasa de curación, ambos relativos a los dos tipos de sitio de estímulo y de méto­do diferentes. Resultados del tratamiento impartido al grupo 1: curación tras 2 sesiones, un 53%; curación luego de 3 sesio­nes, un 41%; mejoramiento, un 17%; efecto nulo, un 3%; y curación total, 80%. Resultados del tratamiento en el grupo 2:
curación luego de 2 sesiones, un 33%; curación después de 3 sesiones, un 52%; mejoramiento, un 21,4%; y efecto nulo, un 4,3%.
Conclusiones: Generalmente, la utilización de agujas “flor de ciruelo” permite al paciente mejorar tras 1 sesión de estímulo y curarse al cabo de 2-3 sesiones. Comparados los distintos sitios y métodos de estímulo, el autor cree que el estímulo liviano aplicado a velocidad intermedia en los párpados supe­rior e inferior, el arco superciliar, la frente y la región temporal tiene un efecto terapéutico más rápido y promete alta tasa de curación.
5) Método: Se aplica sangría acupuntural.
Prescripción: Taiyang, yuyao y venilla retroauricular.
Explicación: Se punza rápidamente el taiyang con aguja filiforme u otra de tres filos y luego se aplica allí una ventosa por 1-3′. En el yuyao se da primero punzadas rápidas y des­pués se lo toma y aprieta con mano para que salga un poco de sangre.
Sangría de la venilla retroauricular: Se masajea la oreja con mano para que ésta se congestione, entonces la venilla re-troauricular en forma de rama de árbol se expande, se la pun-ciona con aguja de tres filos y así salen unas cuantas gotas de sangre. Cualquiera de los dos métodos puede adoptarse de manera independiente y también pueden ser combinados. Es 1 sesión al día y se ofrece 1-3 sesiones continuas.
Experiencias clínicas: Una vez, cuando la enfermedad de “ojo rojo” estaba cundiendo en cierta zona, se aplicó la sangría acupuntural aplicada en el taiyang y yuyao (ayudada de medi­camentos oftalmológicos) para tratar a 60 casos de esta pato­logía, al tiempo que otros 60 fueron tratados exclusivamente con medicamentos oftalmológicos para propósitos de compa­ración. Ambos grupos de pacientes comenzaron su tratamien­to en unas horas a 2 días después de la incidencia de la pato­logía. Resultados de los 60 casos del grupo de sangría acu-puntural: curación tras 1 sesión, 21 casos; curación luego de 2 sesiones, 33; curación después de 3 sesiones, 15; y mejora­miento al cabo de 3 sesiones y recuperación tras 1 semana de persistencia, 1 caso. De los 60 casos del grupo de medicación exclusivamente: curación luego de 2 días, 11 casos; curación después de 3 días, 23; curación tras 4 ó 5 días, 31; y recupe­ración pasados 7-10 días, 3. Tiempo requerido para la cura­ción en el grupo de sangría: mínimo, 1 día; máximo, 7 días; y promedio, 2,3 días. Y en el grupo de medicación: mínimo, 2 días; máximo, 10 días; y promedio, 4 días. Además, se nota por medio de la observación que gracias a la sangría acupun-tural los enfermos se aliviaron visiblemente de la fotofobia, sensación de cuerpo extraño, dolor, inyección conjuntival bulbar e hidropesía.
Otro dato pone en nuestro conocimiento 2 casos típicos. Caso 1: Paciente Jia, femenino, 36 años de edad. Refería que desde hace 3 días presentaba “enrojecimiento, hinchazón, dolor y fotofobia en los dos ojos.”
Examen: tumefacción palpebral, congestión conjuntival (++) y presencia de secreción. Diagnóstico: Conjuntivitis aguda. Se le realizó sangría acupuntural en el taiyang y se alivió de los síntomas el mismo día. Quedó curada a los 3 días. Caso 2: Paciente Gao, masculino, 43 años de edad. Tenía los dos ojos con inyección conjuntival, fotofobia y percibía una obvia sensación de cuerpo extraño ya por 5 días. Diagnóstico oftalmológico: Conjuntivitis aguda. No habiendo recibido efecto rápido del medicamento oftalmo­lógico, pasó a ser tratado con la sangría acupuntural en el taiyang y se alivió de los síntomas inmediatamente. Al día siguiente, remitió la tumefacción y al otro día quedó comple­tamente curado.
Dos artículos de literatura médica informaron de 53 casos de conjuntivitis aguda tratados con sangría acupuntural en la venilla retroauricular. Uno de los dos grupos, de 21 casos, recibió la terapia de sangría de la venilla retroauricular a la par con la sangría mediante punzadas rápidas en el jingming. De estos 21 casos, a excepción. de 1 que tenía complicación de úlcera de la córnea y fue curada tras 5 sesiones, los otros 20 se curaron todos luego de 2 sesiones. Para el otro grupo, de 32 casos, se practicó exclusivamente la sangría en la venilla retroauricular. Resultados: curación tras 1-2 sesiones, 23 casos; curación después de 3 sesiones, 8; y cura­ción al cabo de 6 sesiones, 1.
Explicaciones adiciona­les:
1. Es imperativo reforzar la profilaxis para la conjuntivi­tis contagiosa, por ejemplo, limpiar los utensilios perso­nales, etc., en agua hir­viendo o ponerlos al sol. El paciente que tema a la luz debe guardarse de la irrita­ción por la luz fuerte. Se prohíbe comer alimentos picantes.
Si el enfermo tiene una secreción ocular excesiva, se le puede lavar el ojo con agua de ácido bórico al 2 por 100 o se le aplica líqui­do medicinal de uso oftál­mico común.
2. Las terapias aplicadas en los puntos tienen nota­ble efecto para esta afec­ción y, particularmente, una vez aplicadas, son capaces de eliminar los síntomas tales como fotofobia, lagri­meo, sensación de cuerpo extraño, dolor de ojo, etc.

Buscar este blog